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martes, 12 de septiembre de 2017

5 orientaciones sexuales muy patéticas que no conocías


Ya sea algo válido o simplemente ridículo, lo cierto es que vivimos tiempos interesantes en donde la gente quiere complicarse y complicar a los demás inventando palabras y nuevas categorías cuya utilidad es seriamente cuestionable. 

Desde hace algunos años las típicas orientaciones sexuales de toda la historia humana (heterosexualidad y homosexualidad) ya no son suficientes, sino que aparecieron otras como pansexualidad, demisexualidad,  sapiosexualidad y otras que de seguro ya conoces. Sin embargo, es probable que nunca hayas oído de estas perlas:

1- Lithsexualidad


Lo normal es que queramos ser correspondidos por esa persona que nos atrae, a nadie le gusta el rechazo. Pero sí, toda la vida ha habido gente enamoradiza a la que le da más o menos igual que no le hagan caso, sin ver necesario etiquetarse por ello. No obstante, la friendzone (otro invento moderno) ha traídos tantas sensaciones de frustración y fracaso que algunos sienten necesario combatirla 

¿Cuál es la mejor manera? Muy simple, cada vez que tus amigos se enteren que la persona que te gusta no te hizo caso, diles que te da absolutamente igual, que eres lithsexual ¿y eso qué significa? pues que no necesitas ser correspondido, solo te basta sentirte atraído para ser feliz. Así nadie se burlará de ti por nunca tener citas con nadie ni hacer match alguno en Tinder ¡Jaque mate!

2- Lithromanticismo


Esto tiene poco de orientación sexual y más de orientación romántica. Similar al punto anterior, estamos frente a un modo efectivo de escapar de la estigma que supone la friendzone, con la diferencia de que aquí somos más radicales. Mientras el lithsexual dice sentir indiferencia por si le corresponden o no, el lithromántico dice que NO QUIERE ser correspondido. Se trata de un masoquismo no sexual, sino puramente sentimental. Dante Alighieri debe revolcarse en su tumba por lo tarde que llega este concepto. 

Y ojo, esto no descarta que en las noches el lithromántico se mate a pajas pensando en esa persona cuya reciprocidad sentimental dice no desear. Pero claro, para que el absurdo no caiga por su propio peso, si alguien lo ve haciéndose unas manazas podrá decir que es autosexual y problema resuelto. 

3- Autosexualidad


Ser un pajero siempre ha sido mal visto, tanto en tiempos "retrógradas" como en los "avanzadísimos" días de hoy. Antes se intimidaba a los masturbadores diciéndoles que Jesús los estaba viendo, que se quedarían calvos, que les saldrían pelos en la palma de la mano, que les daría tuberculosis, etc. 

Hoy se insiste con que les sale granos en el rostro, con que van adquiriendo una sonrisa idiota y "cara de pajero", con que ganan un olor característico, con que las mujeres se dan cuenta que son pajeros y se alejan, etc 

¿Cuál es la mejor forma de contrarrestar esas injurias? También es sencillo, di que eres autosexual, que solo necesitas de ti para realizar el sexo y que no lo haces pensando en la vecina ni tu compañera de la universidad (¡eso es de pajilleros!), sino pensando en ti mismo porque eres hermoso.

4- Antrosexualidad


Quizá con "antro" se refieren a las situaciones que mucha gente vive en estos sitios los fines de semana, en donde la borrachera extrema los lleva a acostarse con cualquier cosa que se mueve sin saber si se trata de un humano, una bestia o un ente etéreo. Y es que el antrosexual solo experimenta su sexualidad sin sentirse capaz de definirla (o sea le entra a todo) ¿qué lo diferencia de un omnisexual? que el omnisexual por lo menos tiene la decencia de reconocer que es capaz de entrarle a lo que sea.

5- Greysexualidad


Justo cuando estábamos aceptando que existen personas a las que simplemente no les interesa para nada el sexo (los asexuales), nos vienen con la greysexualidad. No, no tiene que ver con Christian Grey ni el sadomasoquismo. Aquí se alude claramente a lo que es gris. Es decir, un término medio entre lo asexual y sexual, pero más inclinado a lo primero.

Con esta nueva etiqueta, los impotentes y las frígidas de toda la vida tienen una irresistible forma de escapar del estigma. Un greysexual es solo asexual hasta que siente deseo sexual (vamos ¿entonces todos somos greysexuales?), con el detalle de que son asexuales la mayor parte del tiempo salvo en momentos extremadamente concretos y en donde entran en juego mil factores ajenos.

En pocas palabras, excitar a un greysexual es una misión casi imposible de la que es mejor nunca formar parte porque, oiga, siempre será tu culpa que no se caliente.

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